[ad_1]
Si hay una palabra que Brasil quiere que el mundo aprenda antes de la COP30 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Belém do Pará, que se celebrará del 10 al 21 de noviembre, es mutirão.
En portugués brasileño, un mutirão es un esfuerzo colectivo: un grupo de personas que se reúne y pone a disposición para realizar un trabajo importante, como limpiar una escuela, sembrar los campos de cultivo de un pequeño agricultor o construir la vereda de la comunidad. La tradición está enraizada en prácticas indígenas de toda Sudamérica: desde la Amazonía, donde se conoce como Puxirum, hasta los Andes, donde le llamamos Minka.
Con entre el 80 % y el 89 % de la población mundial exigiendo acción climática más concreta por parte de sus gobiernos, según una reciente encuesta global, el llamado de Brasil a elevar este espíritu de acción colectiva para nuestro bienestar común resulta oportuno.
La idea de un “Mutirão Global” fue presentada por primera vez por la Presidencia de la COP30 a la comunidad internacional a través de una serie de cartas a la comunidad internacional. Planteada como un cambio de dirección, para pasar de las promesas a la implementación, es una invitación clara a coordinar miles de soluciones climáticas locales y conectarlas con la gobernanza climática de la ONU.
¿Qué propone el mutirão?
En las recientes conversaciones climáticas del Comité Asesor de la CMNUCC para la Ciencia y la Tecnología (SBSTA, por sus siglas en inglés), la Presidencia brasileña presentó una primera nota conceptual. El Mutirão Global se plantea como un esfuerzo descentralizado, de abajo hacia arriba y autoorganizado, basado en la solidaridad y la cooperación práctica. La visión es que el mutirão funcione como un marco que mapee, convoque y acelere acciones territoriales, conectándolas con financiamiento, datos y rutas de acción de políticas públicas.
“El mutirão nos recuerda nuestra humanidad compartida y el poder de la acción colectiva para enfrentar la crisis climática”, dijo André Corrêa do Lago, presidente de la COP30 de Brasil.
Para llevarlo a la práctica, la Presidencia brasileña ha estado invitando a socios y designando enviados nacionales e internacionales para promover el mutirão en diferentes sectores, desde la sociedad civil hasta las empresas y los gobiernos subnacionales, con la tarea de catalizar iniciativas y visibilizar aquellas que puedan escalarse.
¿Cambia en algo la dinámica habitual de una COP?
La ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, ha descrito el mutirão como uno de los pilares de la estrategia de negociación de la COP30. El objetivo no es reemplazar las decisiones formales, sino tender un puente entre estas y la implementación. El concepto está ligado al cumplimiento de señales globales ya acordadas: triplicar la capacidad de las energías renovables, duplicar la eficiencia energética y avanzar hacia una transición justa y planificada para dejar atrás los combustibles fósiles y la deforestación.
El equipo brasileño también ha sugerido formas de fortalecer la gobernanza climática global, de modo que los compromisos se coordinen mejor y se cumplan, potencialmente a través de debates en otros foros más allá de la conferencias sobre el clima, como en la Asamblea General de la ONU, el G20 y otros.
El enfoque del mutirão se alinea con los miles de millones de agricultores, silvicultores, pequeños productores, comunidades locales y Pueblos Indígenas en todo el mundo, cuyo papel como guardianes del clima y los recursos naturales debe ser reconocido y apoyado”.
¿Cómo sería un mutirão exitoso en Belém?
Al cierre de la COP30, un mutirão global exitoso por el clima podría traducirse en:
-
La mayoría de los países presentando NDC claras, ambiciosas y accionables.
-
Rutas definidas para el financiamiento, en particular para la adaptación, la protección de los bosques y el apoyo justo a los países en la primera línea de los impactos climáticos.
-
Embajadores y enviados nombrados en distintos sectores y geografías, con mandatos concretos de acción.
-
Decisiones de la COP que hagan referencia al mutirão y detallen cómo respalda las metas globales, incluidas la transición energética y el fin de la deforestación.
-
Estándares y salvaguardas acordados para los derechos humanos, la inclusión y los mecanismos de consentimiento y distribución de beneficios.
Qué observar de aquí a noviembre
Brasil está organizando diálogos regionales bajo el marco de un Balance Ético Global, que la presidencia afirma está alineado con el mutirão global y diseñado para llevar la voz de la sociedad al proceso oficial. Los resultados de estos diálogos podrían definir qué iniciativas se destacarán en Belém, incluidas las enfocadas en la gobernanza forestal, los derechos a la tierra y la bioeconomía.
Al mismo tiempo, la credibilidad también podría depender de las señales del país anfitrión. La comunidad internacional observará la coherencia entre el liderazgo de Brasil en la COP30 y sus propias decisiones relacionadas con el uso de la tierra, el desarrollo y la energía.
¿Y qué lugar ocupan los bosques?
Para los países forestales y la comunidad global forestal, el enfoque del mutirão puede ser especialmente relevante. Belém, puerta de entrada a la Amazonía, pondrá en el centro de los debates a los bosques, el financiamiento y la justicia como ejes del “paquete de Belém”, término de la Presidencia brasileña para los resultados deseados de la COP, que abarcarían adaptación, mitigación, transición justa, género y bosques. Los negociadores brasileños han subrayado que la ambición se medirá por el avance conjunto de estos elementos.
“El enfoque del mutirão se alinea con los miles de millones de agricultores, silvicultores, pequeños productores, comunidades locales y Pueblos Indígenas en todo el mundo, cuyo papel como guardianes del clima y los recursos naturales debe ser reconocido y apoyado. Ellos están en el corazón de soluciones locales basadas en la naturaleza, como la forestería comunitaria, la agroforestería y las iniciativas de socio-bioeconomía que impulsan la seguridad alimentaria, la adaptación y la restauración de bosques”, enfatizó Vincent Gitz, director regional para América Latina y director global de plataformas y asociaciones del Centro para la Investigación Forestal Internacional y Centro Internacional de Investigación Agroforestal (CIFOR-ICRAF).
Para los guardianes y actores de los bosques, unirse al movimiento mutirão significaría llegar a Belém con propuestas claras, inclusivas y construidas de abajo hacia arriba, listas para integrarse en los planes nacionales y rutas globales, convirtiendo proyectos piloto en políticas y acciones. En ese sentido, CIFOR-ICRAF colabora con pequeños productores del estado de Pará para probar y escalar modelos agroforestales que mejoran los medios de vida mientras restauran paisajes.
Todos lo que llegaremos a Belém, ¿nos sentimos ya listos para ponernos manos a la obra? Si negociadores, activistas y comunidades logran conectar estos puntos urgentes entre paisajes, jurisdicciones y ministerios, mutirão tal vez se convierta en la palabra climática del año.
Queremos que comparta el contenido de Los Bosques en las Noticias (Forests News), el cual se publica bajo la licencia Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0) de Creative Commons. Ello significa que usted es libre de redistribuir nuestro material con fines no comerciales. Para ello, le pedimos que incluya el crédito correspondiente de Los Bosques en las Noticias y un enlace al contenido original, que indique si se han hecho cambios en el material, y que difunda sus contribuciones bajo la misma licencia de Creative Commons. Si quiere republicar, reimprimir o reutilizar nuestros materiales, debe notificarlo a Los Bosques en las Noticias, poniéndose en contacto con forestsnews@cifor-icraf.org
[ad_2]
Source link